El destinar recursos humanos, técnicos y económicos al cumplimiento normativo es en general un dolor de cabeza para muchas empresas que se ven enfrentadas día a día a su implementación ya sea por evidencia interna o por fiscalizaciones de la autoridad. Tiempos de ejecución acotados y costos asociados a su implementación son brechas difíciles de sortear para una empresa que no cuente con especialistas en materia normativa y más aún, que no cuente con «sensibilización» del cumplimiento normativo en el nivel coorporativo de toma de decisiones.
La falta de conocimiento en las normas sanitarias, ambientales y sectoriales específicas a cada entidad gubernamental aplicables a su empresa son motivo de ver la implementación normativa como un problema que afecta al crecimiento económico de la compañía cuando su «deber ser» es aplicar la normativa de forma eficiente y acorde al crecimiento de la actividad, de forma de encontrar en el crecimiento natural de una empresa seguridad laboral, protección del medio ambiente y desarrollo económico.
Sostenibilidad en el tiempo es el «deber ser» de una compañía la cual debe ser parte de la misión y visión coorporativa y ejecutada en todo el ámbito de la empresa, para esto es importante contar con profesionales especializados en implementación normativa, capacitarse y asesorarse con proveedores que evidencien conocimiento y experiencia en solucionar técnica y normativamente los requisitos de la autoridad; en este último punto, las empresas externas del rubro de asesorías y consultorías deben velar por el cumplimiento normativo integral de sus clientes y no solo solucionar el tema puntual por el cual fueron contactados, deben brindar un permanente acompañamiento a sus clientes y guía normativa, ya que el «deber ser» también es responsabilidad ética de éstas darle a conocer a sus clientes el beneficio a corto, mediano y largo plazo de la gestión normativa y motivar a su implementación.